"Fue un éxito, sin duda": Jazz à Toulon emociona a 60.000 espectadores en su 35ª edición

Seis mil personas se levantan para bailar y un día, el 27 de julio, quedará grabado en la memoria de todos los que acudieron esa noche a disfrutar de un momento de gracia en la Place de la Liberté. Si bien la deslumbrante actuación del pianista cubano Roberto Fonseca fue uno de los momentos culminantes del festival Jazz à Toulon, que finalizó el sábado por la noche, también refleja, en términos más generales, un evento musical que ha alcanzado nuevas cotas en su trigésima quinta edición.
"Fue todo un éxito", confirma Robert Albergucci, presidente de eventos y congresos de Toulon Métropole , quien organiza este evento cultural veraniego imprescindible en la costa. "Tuvimos más de 60.000 espectadores en veinte fechas". Eso supone 10.000 más que el año pasado, que, aunque admito, tuvo cinco conciertos menos. "Pero lo que hay que recordar sobre todo es que tuvimos un festival absolutamente increíble en cuanto a ambiente".
No era algo inevitable, según el organizador. «Los artistas suelen preocuparse cuando se les habla de un evento gratuito. En este caso, la gente no tiene por qué estar conectada. Pero en Toulon tenemos un gran público, amantes del jazz. Eric Serra, que había dado un concierto el día anterior en Mandelieu por 33 euros la entrada, se encontró en el mercado, rodeado de espectadores, llenos de alegría. ¡Estaba encantado!»
El programa, quizás un poco menos especializado y más popular que en años anteriores, sin duda también está relacionado con este éxito. Con un presupuesto de 400.000 euros, combinando, según Robert Albergucci, estrellas globales —Fonseca, Serra, Redman...— y artistas emergentes, el festival reunió a un público ecléctico, al que incluso buscó en los barrios. Los escenarios instalados en Saint-Jean-du-Var, Quatre-Chemins-des-Routes o La Rode, incluso para el "off" , atrajeron a curiosos y amantes del jazz. El programa del próximo año está a medio completar.
El único pequeño tropiezo, al final, fue la actuación de Bireli Lagrene en la primera noche en Liberty Square. "Estaba un poco cansado", lo expresó eufemísticamente el organizador. No muy agradable con el público, molesto por un problema con el micrófono, el virtuoso de la guitarra ofreció una actuación bastante olvidable. Afortunadamente, el talento y la profesionalidad de sus dos compañeros, Martin Taylor y Ulf Wakenus, lo salvaron .
Pero al final, Robert Albergucci prefiere recordar el entusiasmo de los melómanos al final de sus dos semanas de jazz. Y mirar hacia 2026, para una edición al menos del mismo nivel. "Hemos completado la mitad del programa del próximo verano", asegura. "Nos hemos convertido de nuevo en un festival que cuenta, donde los artistas están encantados de actuar. Todavía no puedo anunciar los nombres, pero les aseguro que habrá algunos grandes...". Lo espero con ilusión.
Var-Matin